lunes, 12 de septiembre de 2011

La próxima vez


-La próxima vez que me enamore, será del SOL
Que calienta la tierra con sus rayos y hace renacer la alegría en mí
-La próxima vez que me enamore, será de la LLUVIA
Que sofoca el calor de los días soleados
-La próxima vez que me enamore, será del VIENTO
Que acaricia mi cuerpo y hace volar mis cabellos, unas veces intensamente, otras con dulzura.
-La próxima vez que me enamore, será de la TORMENTA,
Que produce en mí sentimientos fuertes, entre respeto y admiración.
-La próxima vez que me enamore, será de un LAGO
Que se me asemeja a la paz que hay después de cada tormenta.
-La próxima vez que me enamore, será del MAR
Que interpreta la mejor de las canciones y me arrulla con su brisa.
-La próxima vez que me enamore, será de la SONRISA de los NIÑOS
Que está llena de pureza y de sinceridad.
La próxima vez que me enamore, será de la MÚSICA
Que me trasporta a otros lugares y situaciones
La próxima vez que me enamore, será del vuelo de un PÁJARO
Que me da la sensación de libertad aun viviendo en una jaula de cristal
La próxima vez que me enamore, será del ARCO IRIS
Que le da una pincelada de color al mundo.
La próxima vez que me enamore, será de las FLORES
Que lo perfuman todo con su aroma y alegran con sus bellos colores.
La próxima vez que me enamore, será de TÍ




jueves, 1 de septiembre de 2011

Como el cine

Para algunas personas, las relaciones sentimentales son como el cine.

Uno llega, mira la cartelera, escoge lo que más le gusta, lo que mas le interesa
Aquella película con la que piensa se va a divertir, o al menos va a pasar un buen momento.
Con entusiasmo se acerca a la taquilla, obtiene su pase y se dirige con decisión a la sala de proyección.
Una vez ha conseguido entrar a la sala, busca su butaca, se acomoda, se relaja, y se prepara para lo mejor.
Comienza la sesión, espera pasarlo súper bien, disfrutando de la aventura que se le ofrece, de las sensaciones que le produce, unas veces de risa, otras de llanto, otras melancolía, pero a fin de cuentas, solo quiere vivir intensamente ese momento en que su vida se trasforma y se convierte en protagonista de la acción.

Una vez vivido intensamente, la película se termina, a veces el final es feliz, otras incierto, y otras triste.
Durante unos momentos se queda de reposo en su asiento, asimilando que la sesión se terminó, que ya está de vuelta a la realidad.
Sin más se levanta, comienza a andar, sale de la sala. Quizás durante unos días acudan a su mente las imágenes vividas en la gran pantalla, incluso sienta las mismas sensaciones que sintió mientras las disfrutaba, pero tan solo es momentáneo, al rato vive la realidad, ya no se acuerda de tan bella película que consiguió hacerle vivir intensos momentos, ahora ya está nuevamente preparado, para acudir al cine, para volver a elegir la película más interesante, que nuevamente le haga disfrutar a lo grande.
Así son para algunas personas, las relaciones sentimentales, como el cine

.LUNA_65
“No se olviden de visitar nuestro bar”